LA MORA UNIVERSITARIA
Vestigio de los primeros años del
Instituto, es el árbol de la Mora ubicado en la parte SE,
de la vieja casona, al cual se le
calculan 200 años, por lo que debe suponerse que fue
plantado en tiempo de Don José
María González Arratia, primer Director o bien es
probable que ya se encontrara en
ese sitio cuando se expropió el Beaterio (1833) para
convertirlo nuevamente en
colegio.
La Mora es uno de los más
queridos símbolos universitarios: múltiples recuerdos penden
de sus viejas ramas. Ocupa un
sitio de primera importancia en la historia y las
anécdotas del también
bicentenario Edificio de Rectoría. Durante la prolongada vida
del Instituto Literario, la Mora
fue uno de los rincones predilectos de alumnos y
profesores, pues estaba sobre el
terreno que en el siglo pasado se destinó a jardín
Botánico y en el pasado reciente
a canchas deportivas. Entre 1944 y 1974, junto a la
Mora hubo una alberca, que fue
lugar de juegos y de prácticas deportivas para
muchas generaciones de
estudiantes.
Debido a que numerosos alumnos
tenían agradables recuerdos de la Mora, recuerdos
que algunos se expresaron en
crónica y apuntes autobiográficos, o incluso en poemas,
el viejo árbol devino en símbolo
del Antiguo Instituto y de la Universidad Actual.
Mora universitaria plantel no. 5 |
de atención preferente debido a
que se encontraba seca y agotada. Fue el Rector Lic. Carlos Mercado Tovar quien
ordenó su restauración siendo la Facultad de Ciencias
Agrícolas y en especial su
entonces Director el Agrónomo Francisco Escobedo González, quien se hizo cargo del
viejo árbol, procurando volverlo a la vida, y el milagro ocurrió: la Mora volvió a
florecer y a producir abundantes frutos durante 25 años más.
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